Esta es una pregunta cuya respuesta deberíamos conocer bien:
¿CUÁL ES LA MAYOR OPORTUNIDAD QUE TIENE EL MUNDO PARA SALVAR Y MEJORAR VIDAS AL 2030?
La respuesta puede sorprenderte: es prevenir y tratar las enfermedades no transmisibles o ENT. Las más comunes son: las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, las enfermedades respiratorias crónicas, los cánceres y las afecciones de salud mental. Pero hay cientos de otras ENT, como las de salud ocular, las de salud bucodental, la enfermedad renal crónica (ERC) y las afecciones de la tiroides.
Juntas, las ENT causan 41 millones de muertes cada año, es decir, el 74% de todas las muertes en el mundo y 15 millones de éstas de personas entre los 30 y 70 años. También causan el 80% de la discapacidad en el mundo y tienen un costo catastrófico para las economías de los países y de los hogares. El número de víctimas por las ENT está aumentando rápidamente, sobre todo en los países de ingresos medios y bajos (PIMB). ¿Por qué?
La respuesta es porque la mayoría de las ENT comparten un denominador común: los factores de riesgo que las provocan y agravan.
LOS PRINCIPALES FACTORES DE RIESGO DE LAS ENT SON EL CONSUMO DE TABACO Y DE ALCOHOL, LAS DIETAS NO SALUDABLES, LA INACTIVIDAD FÍSICA Y LA CONTAMINACIÓN DEL AIRE.
A mayor exposición a estos factores de riesgo, mayor prevalencia de las ENT.
Esto ha sido visible especialmente en los PIBM, donde estos factores de riesgo comenzaron a aparecer comúnmente hace solo tres o cuatro décadas. Ahora, son parte de la vida de la mayoría de las personas en el mundo. En todos los países, independientemente de su nivel de ingresos, las comunidades más pobres y marginadas son las que están más expuestas a los factores de riesgo de ENT y, por lo tanto, las que corren un mayor riesgo de contraer ENT y sufrir sus consecuencias.
Esta mayor exposición a los factores de riesgo no es fruto de una decisión individual, sino más bien el resultado de determinantes sociales y estructurales. Por ejemplo, la causa de la inactividad física a menudo es por no tener disponibles áreas al aire libre seguras o atractivas; una dieta poco saludable puede deberse al costo prohibitivamente alto de los alimentos frescos en comparación con los ultraprocesados; y la exposición a la contaminación del aire proviene, en general, del uso de cocinas inseguras en áreas mal ventiladas, una práctica común en los países en desarrollo. Las industrias que perjudican la salud, como las que producen tabaco, alcohol, alimentos ultraprocesados y sustitutos de la leche materna, también apuntan a los grupos marginados con tácticas agresivas de comercialización, en su búsqueda incesante de "nuevos mercados" para ser explotados.
La buena noticia es que estos factores de riesgo pueden modificarse a través de la acción colectiva, y se está avanzando constantemente. Lo puedes comprobar en esta serie de podcasts, donde defensores y activistas comparten sus luchas y triunfos mientras trabajan por un mundo donde todas las personas disfrutemos por igual de nuestro derecho a la salud.